
El tratamiento de los productos cárnicos para obtener mejores tecnologías es una práctica generalizada desde tiempos remotos. Los primeros datos que se poseen sobre el empleo de sustancias añadidas intencionadamente a la carne se remontan a 3000 años antes de J.C. con la utilización de sal como conservante. Paralelamente se fueron incorporando conocimientos sobre todo tipo de sustancias que producían efectos beneficiosos sobre la carne, aplicándose sustancias aromatizantes, potenciadores del color y modificadoras de la textura.
La carne tiene una capacidad natural de fijar y retener agua. Las biomoleculas implicadas en la hidratación son las proteínas en estado soluble. En la carne las principales proteínas son la actina y la miosina. Con la adición de los aditivos específicos recomendados por Rio Blanco se incrementa extraordinariamente la solubilización del complejo del complejo actino-miosina debido a propiedades que atesoran sus componentes activos. Las propiedades secuestrasteis, reguladores del pH y donadoras de carga eléctrica convierten a los productos PROTER y ADIFOS en sustancias muy utiles para diferentes propósitos en tecnología cárnica.
Los aditivos que Rio Blanco SL ofrece a la industria cárnica son fruto de la experiencia acumulada durante años de trabajo. Los productos que se ofrecen responden a las demandas de un mercado exigente que no se conforma con productos convencionales